A nuestra llegada al Mas de la Montaña del Cocodrilo, de inmediato, la belleza del paisaje y la arquitectura de piedra inundan nuestros ojos.

Circundando los edificios surgen espacios, terrazas y jardines que posibilitan actividades de exterior de diversa índole como conciertos, bodas, rituales, meditación, práctica de yoga, etc…

Si nos alejamos unos pocos metros más, tendremos acceso a los huertos donde crecen gran parte de los alimentos que consumimos aquí. A esta pequeña distancia también tenemos acceso a multitud de plantas medicinales salvajes como el romero, el tomillo, el llantén, el diente de león, la milenrama, el hipérico y un largo etcétera.